Existen lugares de consumo seguros a los que la gente puede acudir para consumir drogas. Los centros de inyección se utilizan para estos lugares. "Ambos pueden ser buenos para la comunidad: algunas personas piensan que estos sitios pueden no serlo, pero tienen la posibilidad de ayudar a muchas personas. A continuación se describe la naturaleza de los centros de inyección, lo que hacen y se destaca cómo un servicio único puede beneficiar enormemente a tantas personas en nuestras comunidades con experiencias personales relacionadas con el consumo de drogas.
El lugar de inyección puede desempeñar un papel importante en el consumo de drogas. En primer lugar, estos lugares son mucho más seguros que comprar drogas en las calles. Cuando se construyen laboratorios de drogas en lugares públicos, a menudo se utilizan jeringas, que pueden estar infectadas y provocar graves problemas de salud. Los lugares de inyección seguros ofrecen mejores instalaciones para consumir drogas, agujas limpias y otros elementos necesarios que hacen que la persona esté más sana y evitan que se enferme demasiado.
Para las personas que desean dejar de consumir drogas, también existen sitios que ayudan a estas víctimas. Los trabajadores sociales de estos sitios están capacitados para trabajar con personas en una variedad de temas relacionados con el consumo de drogas. Pueden brindar una perspectiva sobre sus circunstancias de una manera que ayude a la persona a desear poder dejar de consumir. Además, estos trabajadores ayudarán a conectar a las personas con otros servicios, como programas de asesoramiento y apoyo. Ese tipo de apoyo permite que las personas vuelvan a cambiar sus vidas.
Los centros de inyección son esenciales para la comunidad en su conjunto. Ofrecen un servicio que la gente necesita y ayudan a mantener la seguridad del público en general. Asimismo, estos lugares también pueden reducir el nivel de delincuencia en su localidad. Si las personas fueran drogadictas, esto provocaría que más personas lucharan contra las drogas, e incluso podrían robar para tener dinero para comprarlas. Los centros de inyección pueden evitar todos estos riesgos creando un lugar para que el consumo de drogas se realice de forma segura y ordenada (reduciendo la basura y los desechos de las agujas que se dejan en las calles).
Los centros de inyección seguros no son sólo lugares donde consumir drogas sin preocupaciones, sino que deberían formar parte de una ideología más amplia sobre el consumo de drogas. Este es el enfoque que reconoce la adicción como un problema complejo que necesita múltiples soluciones. Los trabajadores de los centros ofrecerían a las personas alguien con quien hablar sobre su consumo de drogas y las ayudarían a dejarlas para siempre. Marcarían una diferencia en la vida de las personas, ofreciendo asesoramiento, ayudando a reciclarse y dándoles la confianza que necesitan para emprender otro camino en la vida hacia un futuro más saludable en general.
Ejemplos de lugares de inyección y cómo funcionan en el mundo real Además de los dos en Sydney, también hay uno en Vancouver, Canadá: un lugar de inyección supervisado llamado Insite. Un lugar seguro y limpio para que las personas consuman drogas: Este sitio también está equipado con médicos que pueden ayudar a las personas de inmediato si sufren una sobredosis o se sienten enfermas. Insite, uno de los primeros sitios de inyección seguros de Canadá, ha estado operativo desde 2003 y ha tenido un gran éxito en esta misión. El programa ha ayudado a disminuir los casos de sobredosis de drogas y muertes en Vancouver, apoyando a muchas personas en el camino hacia la recuperación de la adicción a las sustancias (Shoichet).
En Sydney, Australia (otro sitio de inyección) se publicó esta cinta. Este sitio, conocido como Medically Supervised Injecting Centre (MSIC), existe desde 2001. El MSIC es como Insite, ya que ofrece un entorno limpio y seguro para el consumo de drogas. Su amable personal también puede brindar asesoramiento a cualquier persona que tenga problemas con el consumo de drogas. El MSIC también ha sido un gran éxito en Sydney, lo que ha llevado a reducciones masivas en las sobredosis y las muertes.