Las cánulas intravenosas son pequeños tubos que los médicos introducen en el cuerpo del paciente, generalmente en el brazo o la mano. Los tubos nos permiten administrar sustancias, como medicamentos, líquidos y alimentos, directamente a la sangre. Es muy importante utilizar las cánulas intravenosas de la forma correcta, ya que pueden ayudar a los médicos a tratar a sus pacientes de manera rápida y eficaz. Cuando no se siente bien o está lesionado, recibir el medicamento correcto rápidamente puede ayudar enormemente a mejorar la salud de su paciente.
En caso de que un médico inserte una cánula intravenosa, limpia la parte que probablemente insertará. Es importante porque evita que los gérmenes del mundo exterior entren y provoquen infecciones. Limpiar el área también evita que sea difícil para el médico verla. Luego, pincha la piel y encuentra la vena con una aguja pequeña. Esta aguja es súper pequeña y solo le permite al médico saber dónde va a colocar esa cánula, que es un tubo mucho más grande. Cuando finalmente localiza una vena, se retrae la aguja y se inserta una cánula intravenosa en la posición deseada con una presión suave.
Existen cánulas intravenosas cortas y largas. Las cánulas largas se requieren en tratamientos que requieren una buena cantidad de tiempo y las cortas para aquellos que duran mucho tiempo. Esto es relevante porque algunos pacientes solo necesitan medicamentos durante un corto período de tiempo, y otros pueden beneficiarse de ellos a largo plazo. También pueden implicar varios tamaños de cánulas intravenosas que se fabrican según la conveniencia de la vena del paciente. Si la vena es más grande o más pequeña, una cánula puede no funcionar correctamente.
También es fundamental reemplazar periódicamente las cánulas intravenosas. Esto ayuda a prevenir infecciones y permite que funcionen correctamente. Una cánula bloqueada o torcida puede causar más dolor e hinchazón. Estas condiciones pueden dificultar que el médico proporcione dosis precisas de medicamentos. Quitar la cánula con regularidad es una parte IMPORTANTE para mantener saludable al paciente.
El uso de cánulas intravenosas también puede reducir el riesgo de infecciones. Al introducir medicamentos o líquidos directamente en la sangre, no se permite que entre nada en ella. De esta forma, las cánulas intravenosas son seguras para los pacientes cuando los médicos los tratan. Por ello, es fundamental que todo el mundo comprenda que recibir una vía intravenosa no tiene por qué ser algo aterrador. A los médicos se les enseña a hacerlo de forma sensible, para que los pacientes se sientan seguros y apoyados.
Los médicos no pueden permitirse el lujo de someter a un paciente a un dolor provocado por el modo en que se utilizan las vías intravenosas o las cánulas. Deben tener mucho cuidado al insertar la cánula para no tocar una arteria, lo que sería perjudicial. Pueden causar problemas graves si perforan una arteria accidentalmente. Por eso, se necesita mucha formación para que los profesionales de la salud puedan hacerlo correctamente.
El uso de cánulas intravenosas en un ángulo adecuado puede evitar que las infecciones entren en el torrente sanguíneo. También garantiza que los pacientes reciban la dosis perfecta de medicamento o líquido que necesitan. Los profesionales médicos siempre deben cumplir con el protocolo adecuado para el uso de cánulas intravenosas con el fin de garantizar una atención óptima a sus pacientes. Esto implica controlar la salud del paciente y asegurarse de que todo funcione correctamente.